Inge Ed

Un mapa mental es una herramienta visual útil para explorar y examinar una idea, una tarea o un problema, es un diagrama que se crea escribiendo todos los elementos del problema dado, que se ramifican a partir de una palabra o idea clave central. El objetivo es organizar pensamientos dispares en un todo coherente.

Los beneficios de los mapas mentales

Los mapas mentales ofrecen flexibilidad de pensamiento, ya que se visualiza un problema de forma radial, gráfica y no lineal. También requieren de sus habilidades lógicas y creativas, por lo que exigen el trabajo de ambos lados de su cerebro. Además, un mapa mental le permite ver la imagen completa a la vez en una sola página. Descubrirá que su cerebro tiene una inclinación natural a buscar patrones y completitud.

¿Cómo funciona?

Los elementos se organizan instintivamente, según lo que considere importante, y se extienden por la página a través de ramas curvas. Un mapa mental típico comienza con una sola palabra o idea colocada en el centro, a la que se agregan ideas asociadas. Aunque se adopta un enfoque de lluvia de ideas, se colocan todas las ideas en grupos específicos. Se pueden utilizar diferentes colores para separar estos grupos.

La mayoría de los mapas mentales tienen tres partes cruciales:

- Una palabra o imagen central: el tema

- Ramas que se extienden en todas direcciones desde el tema: temas principales

- Temas menos importantes: ramas o ramificaciones que llevan información colateral

Ejemplo

María está considerando un cambio de carrera. Está pensando en dejar el campo de la informática para convertirse en periodista, pero no está segura. Dibuja un mapa mental para ayudarla a tomar la decisión correcta. Su pregunta central es: ¿Quiero ser periodista? Luego comienza con varias preguntas principales: ¿Por qué quiero ser periodista? ¿Cómo puedo lograrlo? ¿Dónde puedo seguir esta carrera? ¿Cuándo puedo hacerlo? ¿Qué necesito utilizar? ¿Quién puede ayudarme? ¿Qué ventajas podría tener esta carrera?

Las cinco "As"

El principio inicial de los mapas mentales implica seguir las instrucciones de tres de las cinco "As": aceptación, asociación y análisis.

Aceptación: cuando comiences a hacer un mapa mental, debes dejar de lado cualquier idea preconcebida sobre tus propias limitaciones y analizar el problema de manera objetiva. Escribe el problema o el objetivo en el centro de la página y enciérralo en un círculo. Dibuja ocho líneas a partir de este círculo y escribe los encabezados clave, como:

1. ¿Por qué?

2. ¿Cómo?

3. ¿Dónde? 

4. ¿Cuándo?

 5. ¿Qué (usar)?

 6. ¿Quién (puede ayudar)?

7. ¿Ventajas?

 8. ¿Desventajas?

Asociación: piensa en todo lo que puedas asociar con cualquiera de los encabezados y escríbelos a lo largo de las ramas. Verás que empiezas a pensar en algunas ideas relacionadas. Comienza una subrama donde creas que encaja mejor y escribe también todas estas ideas. Tal vez quieras usar un bolígrafo de un color diferente para la nueva rama. Pronto, verás que tu cerebro intenta hacer conexiones entre todas las ideas que escribes.

Análisis: observa lo que has dibujado. ¿Qué ramas contienen más información? ¿Dónde están las incertidumbres? Usa el diagrama para reflexionar sobre tus pensamientos. Esto puede llevarte a empezar otro Mapa Mental.

Sea cual sea la acción que decidas emprender, el proceso de creación de Mapas Mentales te habrá ayudado a generar y cristalizar tus ideas. Hay dos etapas más que debes atravesar antes de dominar la técnica: Aplicación (práctica continua) y Adaptación (personalización de la herramienta para que se ajuste a tus necesidades). Si comienzas a utilizar Mapas Mentales con frecuencia, pronto descubrirás que no existen límites en cuanto a la variedad de formas en que puedes utilizar el modelo, ya que no hay límites en cuanto al número de conexiones que tu cerebro puede hacer.